1 jun 2024

EJEMPLO DE TEXTO ARGUMENTATIVO

 Alguien se ha propuesto convertir nuestras vidas en una congoja económica permanente. Hacernos llorar cual si fuéramos nazarenos o costaleros que no pueden sacar sus pasos en Semana Santa por la pertinaz lluvia. Nos reprochan haber vivido alegremente como nuevos ricos y que, por ello, ahora debemos engrosar las filas del ejército de nuevos pobres, cuya voracidad reclutadora parece infinita. El sistema nos echa en cara haber reivindicado aeropuertos en zonas que ni los aviones sobrevuelan; helipuertos en aldeas indetectables por el más avanzado GPS; facultades en territorios incapaces de generar más de una docena de universitarios; polígonos industriales en lugares recónditos donde ni a Sergio Leone se le hubiera ocurrido rodar un spaghetti western; apeaderos del AVE donde ni siquiera planean las águilas… De la noche a la mañana, y vamos por el tercer año, la sociedad se ha convertido en culpable de todos los males, incluidos los de disponer de un dispensario sanitario en cada esquina y una segunda residencia en cada apeadero de cercanías. Nuestra codicia ha idolatrado a deidades en sus catedrales del consumismo y ahora somos castigados por el dios verdadero del mercado. Vale. Tenemos miedo; estamos más acongojados que una viuda ante el ataúd de su marido. Pero no queremos tomar más aceite de ricino. Por favor. Si hace falta, creeremos de nuevo en el patrón oro como refugio seguro frente a una deuda que pierde en cada esquina lo poco que le queda de soberana. No importa pagar la onza del preciado metal a 1.500 dólares. Aunque, pensándolo bien, me inquieta que personajes como Warren Buffet fanfarroneen diciendo que la inversión en oro sólo será realmente rentable si el miedo a la crisis se extiende aún más entre los mortales.


ALFREDO ABIÁN: “No más aceite de ricino” La Vanguardia/20/04/2011 


No hay comentarios:

Publicar un comentario